Sin la presencia de los masones, el mundo sería más árido y lúgubre. Basta revisar la Historia Universal para constatar que la ideología de esta Fraternidad ha permeado en incontables beneficios para todos los países. Y aunque no es, ni debe ser, una institución política, los sanos preceptos morales y el trabajo constante que cada miembro realiza en su perfeccionamiento interno, se reflejan en ciudadanos con mayor conciencia de sus responsabilidades personales y sociales.

La creación de la Gran Logia Unida de Inglaterra hace tres siglos en un ambiente de taberna londinense ha rebasado astronómicamente la modestia de su origen, con apenas cuatro logias que crearon un ente desconocido, que se ha replicado en el mundo occidental y aún en el oriental, en miles de Logias y cientos de Grandes Logias siguiendo su ejemplo.

Veracruz tiene una conexión directa con la Gran Logia Unida de Inglaterra, no sólo por el establecimiento de relaciones formales entre ambas potencias de hace algunos años, sino porque en su origen, la Gran Logia Unida Mexicana funda su legitimidad precisamente en la institución madre.

En el siglo XIX, luego de numerosos avatares que incluyeron la participación de orígenes españoles, franceses y americanos en las patentes de sus logias (destacadamente con la intervención de la Gran Logia de Carolina del Sur), fue fundada en la República de Cuba, en 1880, la Gran Logia de Colón e Isla de Cuba, la cual fue inmediatamente reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra.

En 1882, masones veracruzanos le escribieron al Gran Maestro de esa Gran Logia cubana, Antonio Govín solicitando se les expidieran cartas patentes para trabajar en dos logias como constituyentes de la Gran Logia de Colón e Isla de Cuba. Por decreto del 16 de febrero de 1882, el Gran Maestro concedió tal petición a las Logias “Lumen” y “Obreros del Templo” y por decreto del 14 de agosto del mismo año, la concedió a “Arco Iris”. Estas tres, finalmente y de acuerdo con las costumbres de la Orden, constituyeron la Gran Logia Independiente Mexicana, con Carta Patente expedida por aquella institución en 1883. La Gran Logia Independiente Mexicana incorporó a otras logias y en 1885 cambió su nombre al que actualmente ostenta: Gran Logia Unida Mexicana y de Libres y Aceptados Masones de Veracruz.

Lo relevante de esta conexión es que la Gran Logia de Colón e Isla de Cuba tenía un origen legítimo fundado en sus tres logias con carta patente de Carolina del Sur: Fraternidad No. 1, Prudencia No. 2 y San Andrés No. 3 y cuando a su vez expidió carta patente a Veracruz, en 1883, ya era plenamente reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra, lo cual había ocurrido 3 años antes, en 1880. Es necesario recordar estos sucesos para dimensionar el compromiso gigantesco que las actuales generaciones de masones tenemos en cuanto a calidad, para estar a la altura de las circunstancias históricas de las que somos parte.

Hay otro suceso que merece ser mencionado: la acción de los masones de Lumen, Obreros del Templo y Arco Iris fue verdaderamente épica, valerosa, inteligente y ética. En los años mencionados, no existía en México ninguna Gran Logia Simbólica regular. Las existentes estaban auspiciadas por el Supremo Consejo del Rito Escocés, Antiguo y Aceptado y eran irregulares, según los criterios internacionales que se siguen observando en estos casos. Inclusive la Gran Logia más grande del país había sido creada por un llamado Gran Oriente Neogranadino, cuya legitimidad es actualmente cuestionada en su país de origen, Colombia. Que los masones veracruzanos se atrevieran a solicitar patente a una gran potencia regular desató ataques contra ellos en todo el país. Lo menos que se les acusó fue de ser yorkinos.

El Supremo Consejo de México (Porfirio Díaz incluido) protestó ante los altos cuerpos del mundo, pero la Gran Logia de Colón e Isla de Cuba se mantuvo inflexible. El territorio nacional estaba desocupado, dijo, y contribuyó, con el arrojo de nuestros paisanos, a crear la primera Gran Logia regular mexicana.

¿Cómo pudieron los veracruzanos tener tanta visión en aquellos tiempos, cuando en los actuales, en pleno siglo XXI, la era de la Internet, aún hay masones desinformados que alegan pertenencia al Rito Escocés? Fue admirable.

Como consecuencia de la creación de la Gran Logia Independiente Mexicana en enero de 1883, en abril y mayo de ese mismo año, el Supremo Consejo del Rito Escocés “liberó” de su control a la Masonería Simbólica. La Historia no miente. Nuestra responsabilidad es histórica.

Por eso en este día en que estamos de fiesta en el mundo masónico regular, además de hacer patente nuestra salutación a la Gran Logia Unida de Inglaterra, saludamos también al mundo, que es más libre gracias a la sangre, los sacrificios y el amor con que cientos de miles de nuestros hermanos han luchado en todas las guerras libertarias de occidente para construir un mundo mejor.

Exhorto también a los hermanos bajo la jurisdicción de la GLUM a trabajar unidos nuevamente. Estamos en un momento histórico, nunca antes vivido, donde hemos rescatado a nuestra institución de hermanos equivocados, no sabemos si por candor o por malicia, que nos llevaban por la senda de la desarmonía, el dolor, la decepción y la desintegración.

Somos herederos de una regia tradición nacida en Inglaterra, trasplantada a Estados Unidos vía Carolina del Sur, engrandecida en Cuba y cedida generosamente a México.

Es nuestro compromiso recordar que trabajamos en Templos consagrados al Gran Arquitecto del Universo, que nos comprometimos a defender la dignidad humana, que juramos someter las pasiones, que debemos perder la vida antes que la libertad, pero que nuestra materia prima para construir la sociedad, es el amor a todos los seres.

Hoy 24 de junio, para que lo escuchen nuestros hermanos de la Gran Logia festejada, digamos: ¡God save the United Grand Lodge of England!Y en los Templos veracruzanos elevemos nuestras copas y digamos nuestra alegre y vital exclamación: ¡Fuego!

LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD