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Información para el NO Masón

¿Qué debo de saber antes de ingresar a la Masonería?

Describiré grosso modo lo que es y lo que no es la masonería y los inconvenientes que puede provocar a quien ingresa.

Pretendo, con este escrito, desalentar el ingreso a la masonería de la mayoría de las personas. La masonería NO es elitista, pero SÍ es selectiva.

En primer lugar, diré que nosotros NO RECLUTAMOS ni hacemos invitaciones masivas a ingresar a nuestra Institución, a nosotros no nos interesa que usted ingrese, si usted tiene interés en ingresar, el trabajo de acercarse e informarse debe de ser suyo, llámenos y hágalo más de una vez, porque nosotros no le regresaremos la llamada.

Cuando conocemos a alguien a quien juzgamos con un perfil adecuado, quizá, y después de pensarlo y consultarlo con otros, le extendamos una invitación a ingresar, si la rechaza, jamás se le vuelve a invitar.

La masonería es una organización fraternal, somos una familia y así como usted cuida quien entra a su casa, lo mismo nosotros.

Una vez aclarado este punto, iniciaré con la descripción:

La masonería es una institución iniciática, fraternal, filosófica, filantrópica, ritualista, simbólica, discreta y universal.

Iniciática porque para su ingreso es necesario pasar por una ceremonia de Iniciación en la que se revelan algunos de sus secretos, y solo después se puede asistir a las reuniones.

Fraternal porque nos consideramos hermanos, hijos de un mismo Padre y una misma Madre.

Filosófica porque se dedica al estudio de uno mismo y de cuanto existe en la creación.

Filantrópica porque consideremos muy importante hacer actos de caridad.

Ritualista porque las reuniones se realizan en el marco de un ritual solemne.

Simbólica porque es el lenguaje en común que manejamos.

Discreta porque los secretos que contiene no pueden ser revelados a otros; en otras épocas era Secreta, ya que sus miembros, si eran descubiertos, corrían peligro de muerte, como en la España de Franco o la Alemania Nazi entre otros lugares y momentos de la historia.

Universal porque está presente en cada rincón del planeta.

La masonería está organizada en logias, que, a su vez, reunidas las de un territorio determinado, forman una Gran Logia; normalmente se organizan por estado, como sería la Gran Logia de Nuevo León, a la que pertenecen todas las logias del territorio de Nuevo León, así como la Gran Logia de Tamaulipas, la Gran Logia de Coahuila, etc.

Así se organizan en prácticamente todo el mundo.

En el caso de Nuevo León, al momento de escribir esto, existen 86 logias que juntas forman la Gran Logia de Nuevo León, aproximadamente la mitad se reúnen en el Edificio principal de la Gran Logia de Nuevo León, ubicado en el Centro de Monterrey; el resto de las logias están distribuidas en los diferentes municipios del estado.

Las logias se reúnen una vez por semana, típicamente de lunes a viernes por la noche y es siempre el mismo día para cada logia, iniciando típicamente a las 8pm y terminando la reunión a las 10pm, aunque algunas pocas lo hacen los sábados.

Lo que se hace en las reuniones es secreto, pero puedo decir que, bajo un ceremonial se comparte conocimiento.

El objetivo de la masonería, en pocas palabras, es hacer de hombres buenos, hombres mejores.

Podría decirse también que la masonería es una Escuela de Virtudes.

Ahora enlistaré lo que NO es la masonería:

No es una religión, sin embargo, aceptamos personas de cualquier religión, lo único que no aceptamos son ateos, no nos interesa el concepto de Dios que cada uno tenga, nos basta con que reconozca a un “Ser Supremo”, como sea que lo entienda.

No es una red de negocios, aquí no encontrarás contactos para vender o comprar u ofrecer tus servicios.

No es una red de “palancas” o influencias, nadie te hará “favores” ni te “facilitarán” algún trámite en gobierno y mucho menos te quitarán una multa, por poner un ejemplo. No hay absolutamente nada de eso.

No es una secta, de hecho, en una secta, al contrario de nosotros, invitan a cualquiera y luego no lo dejan salir, nosotros no aceptamos a cualquiera, y cuando alguien quiera salir, se sale y ya, nadie lo perseguirá.

No estamos en contra de las religiones, al contrario, respetamos las creencias de todos y jamás trataremos de imponer otras ideas.

No es satánica, como se nos acusa en ciertos círculos, ni hacemos misas negras, ni adoramos al diablo ni tenemos un dios en particular.

Como mencioné antes, aceptamos personas de todas las religiones, y como el concepto de Dios es algo que está presente, para no llamarlo de alguna forma en particular que pueda “favorecer” a alguna religión en particular dejando de lado el nombre que de Dios tiene otra, le llamamos “Gran Arquitecto del Universo”, como un término en común y armónico.

Teniendo ahora una descripción de lo que es y lo que no es, pasaremos ahora a los compromisos que se adquieren al ingresar.

Reconocemos que la única forma de conocer y comprender a la masonería es viviéndola, y eso se hace asistiendo a las reuniones.

He aquí el primer compromiso: la ASISTENCIA A LAS REUNIONES el día que te toque, una vez por semana POR EL RESTO DE TU VIDA SIN EXCUSA.

No vale el día de tu reunión que digas “ando desganado, mejor no voy hoy”, o “mejor me voy al cine o con amigos o me duermo temprano”, tu obligación, compromiso y responsabilidad es asistir a la reunión todas las semanas.

Antes dije que el objetivo de la masonería es “hacer de hombres buenos, hombres mejores”, y realmente no podríamos llamarnos “hombres buenos” si pusiéramos a la masonería ante todo.

Primero está la familia, tu esposa, hijos, padres, hermanos de sangre, etc.

En segundo lugar, está tu trabajo, a lo que te dediques, aquello de lo que vives.

Y ya en un tercer lugar está la masonería.

De manera que, si tus días de reunión son los miércoles, pero el cumpleaños de tu esposa, madre, hijo, de cualquier familiar, cayó en miércoles, pues esa noche la dedicas a festejarlos y faltarías a la reunión de masonería, no habría problema.

De igual manera, si por tu trabajo tienes que quedarte en la oficina un miércoles por la noche, pues lo haces, y ese día no vas a la reunión.

Inclusive, si realizas un viaje familiar o por trabajo te ausentas de la ciudad durante un mes o más tiempo, no habría problema en que no asistas a las reuniones.

Pero fuera de esas ocasiones especiales, SIEMPRE debes de asistir a tu logia, si no puedes cumplir con este compromiso por el resto de tu vida, es porque la masonería no es para ti, cuando menos no lo es en este momento.

El segundo compromiso: PAGAR TUS CUOTAS Y APORTAR PARA CARIDAD.

Hay dos cuotas que cubrir, la cuota de iniciación, que es un pago único antes de ingresar y la cuota mensual. Cada logia tiene sus costos, pero para dar una idea, la logia más barata, cobra por iniciación unos $1,500 pesos, la más cara unos $8,000; igual las cuotas mensuales están entre $250 y $700. La diferencia de costos es un asunto de oferta y demanda.

La cuota mensual se debe de cubrir siempre, no importa que uno haya faltado una vez en el mes, o inclusive si por estar fuera de la ciudad o indispuesto no se asistió durante el mes completo, aun así, se debe de pagar la cuota de ese mes.

La razón es simple, cada logia paga a la Gran Logia, que es quien administra los pagos de servicios, mantenimiento, impuestos, etc. una cantidad fija por cada miembro registrado, de manera que, si usted no paga, al estar registrado, los demás estarían pagando por usted, ya que el cobro se le hace a la logia como grupo.

De hecho, la Constitución de la Gran Logia de Nuevo León ordena la baja del miembro que acumule tres meses de deuda.

Además, en cada reunión aportamos una cantidad voluntaria para hacer obras de caridad, y aunque sea voluntaria, sí se pide que se aporte siempre, aunque sean $20 pesos.

Todo esto quiere decir que para ser miembro, se debe de tener cierta capacidad económica, lo cual es muy relativo, ya que una persona joven, sin hijos, que gane un sueldo de $10,000 pesos mensuales, bien puede pagar sus cuotas y aportar para caridad, si fuera una persona mayor con esposa e hijos, quizá algo suficiente serían $20 o $30 mil pesos mensuales, y sin embargo, hay quienes ganan medio millón mensuales y andan pidiendo prestado para pagar colegiaturas, porque así como ganan, gastan, y no les alcanza, por increíble que parezca, para pagar sus cuotas y hacer caridad.

Lo que buscamos, en resumen, es quien pueda pagar sus cuotas y aportar para caridad sin que eso le signifique un sacrificio para él o su familia.

Si pagar la cuota mensual y aportar para caridad sería algo difícil o complicado para usted, entonces no es momento de ingresar a la masonería.

Por último, una advertencia:

Ya mencioné antes que la masonería tiene, en ciertos círculos, fama de ser satánica, esta fama no se va a eliminar y si usted entra, cargará con ella.

Hace ya unos años, un hermano trabajaba dando clases en una escuela católica, cuando las monjas que llevan las escuela se enteraron de que él es masón, estuvieron cerca de una hora tratando de convencerlo de que “renunciara a esas cosas del diablo”, cuando vieron que no lo lograron, entonces le pidieron que voluntariamente firmara una carta de renuncia.

Con esta historia quiero dar a entender que sí puede afectarnos el que se sepa que somos parte de esta fraternidad.

Por otro lado, no tiene nadie que saber que lo somos, no es algo que pregonemos por la calle, aunque sí, casi todos traemos un anillo con símbolos masónicos.

La única persona que sí es necesario que lo sepa, es nuestra pareja, y por razones prácticas, simplemente para que sepa a donde vamos por la noche el mismo día cada semana y no piense mal; y no solo es necesario que lo sepa, también debe de estar de acuerdo con nuestra pertenencia.

Por último, y en el caso especial de que usted ejerza la religión católica, debe de saber que el Papa Clemente XII, en 1738, publicó una Bula Papal, entiéndase un “decreto”, llamada “In eminenti apostolatus specula”, en el que, prácticamente, se excomulga a todo católico que ingrese a la masonería, lo que quiere decir que, si usted es un católico bautizado y confirmado e ingresa a la masonería, cuando muera, irá derecho al infierno… según la Iglesia Católica. Creo que es mejor saberlo ahora y no después de haber entrado.

Esto es lo mínimo que usted debe de saber antes de tomar la decisión de solicitar su ingreso.

El segundo paso, una vez que lo ha meditado y decide que es su deseo ingresar, es una entrevista.

La información de este texto es para que usted decida si la masonería es realmente lo que busca, la entrevista posterior, es para ver si usted es lo que nosotros buscamos.